Padre Franz Bänsch OMI 1899–1961

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El Padre Franz Bänsch fue Misionero Oblato de María Inmaculada (OMI).

La mayor parte de su vida ejerció su ministerio atendiendo a los católicos en Sajonia (Alemania). Allí fue perseguido por los dos sistemas “antieclesiales”, el nacionalsocialismo del régimen nazi y el socialismo de ideología comunista de la antigua RDA.

Como sacerdote de la cárcel de „MünchnerPlatz“ en Dresde, ofreció consuelo a los perseguidos del régimen nazi cuando se dirigían a su ejecución. Toda su vida trabajó por la reconciliación entre los alemanes, polacos y checos.

Señor, Dios nuestro,

Tú has enviado a tu Iglesia hombres que, en tiempos difíciles, a través de la palabra y el ejemplo, guiaran a tu pueblo.

Te agradecemos que llamaras al Padre Franz Bänsch a la vida religiosa y sacerdotal. Te damos gracias por todo el bien que se ha regalado a la Iglesia y al pueblo a través de su fe y su coraje.

Como misionero popular y como sacerdote, le has dotado de un pensamiento claro y de un lenguaje apropiado para que tu verdad se manifestara a muchos. Su trabajo como sacerdote y predicador, también para muchos extranjeros, está relacionado con una bendición concreta y tangible.

En dos dictaduras hizo visible tu cercanía. A través de su humanidad, como mensajero de la esperanza, y a través de su testimonio inquebrantable, el Padre Franz Bänsch también se convirtió en artífice de la reconciliación entre alemanes, polacos y checos.

Como celoso confesor y acompañante de los presos condenados a muerte, se convirtió en un mensajero de tu paz y tu misericordia. Trajo consuelo y luz a la gente, especialmente a los oprimidos y desesperados, prisioneros y refugiados, en medio de la oscuridad del odio y la violencia.

Señor, te pedimos con confianza:

Que el ejemplo de su vida permanezca presente en la mente de las personas, para que podamos contribuir a la humanidad, a la paz y la unidad en Europa.

Que la luz de su testimonio de fe toque y cambie nuestras propias vidas y se convierta en una fuente de fuerza para muchas personas.

Señor, Dios nuestro, siguiendo el ejemplo de vida y fe del Padre Franz Bänsch, aumenta mi fe, alimenta mi esperanza y fortalece mi caridad.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

LA VIDA del P. Franz Bänsch
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Un Misionero Oblato para Alemania
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El buen pastor de „MünchnerPlatz“ en Dresde

Franz Bänsch atendía a cada recluso del corredor de la muerte, independientemente de su culpabilidad o no, como un ser humano. Un prisionero le escribió: "Con cada hombre del KPD y con cada extranjero con el que hablé en la cárcel, todos alabaron su amor a los prisioneros". Hay que reconocer que Franz Bänsch distinguió, en el modo de realizar la pastoral, a los prisioneros políticos de los criminales y asesinos. En el caso de estos últimos, favorecía su conversión personal a Dios, y también la reconciliación con las víctimas. Pero los prisioneros políticos no eran criminales a sus ojos. La tarea era la de reconciliarlos con su difícil destino. "Lo principal aquí era que los condenados a muerte no dejaran el mundo en la desesperación, la ira y el odio, sino que se reconciliaran con Dios en su camino a la eternidad", decía Bänsch.

Su programa: la reconciliación
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